domingo, 13 de julio de 2008

soles

su piel ardía,
bajando la montaña descubrió un nuevo sentido,
el cielo lo llamaba a jugar con sus nubes de algodón mojado.

grises las mejillas del cielo,
solo quería bañarse en los ríos,
estirarse en una gran roca
y que el sol le secara la piel, el alma y los sentimientos.

pensaba en la luna,
estaba en menguante todavía,
pero la leona había actuado rápidamente
y el zarpazo no había dañado a ninguno.

hubo un silencio que nadie escuchó,
aunque todos se suspendieron en el espacio sideral.
gracias al mar y sus olas la paz reinó en sus cavidades,
mas su dolor apenas había amainado un poco.

y así como venus, hoy sus fases cambian rapidamente
y siguen girando y flotando entre escombros y polvo solar...

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