martes, 9 de diciembre de 2008

(lectura) desde el otro lado del muro

cuando los martillos mecánicos
cesen
el pobre sordo podrá
gritarle al mundo
con su ronco ladrido
una palabra
trillada, funesta y jodida
podría haber
gritado un nombre
pero parece que
ya no tiene a nadie
a quien
llamar por su nombre
todo han de ser cosas
para él.

Su grito será
ciego ante la luz
sordo ante los sonidos
será como
un pequeño hormiguero
que
al fin
y
al cabo
derramará
miles de pequeños gritos más
a lo largo de la faz de la tierra.

Aún no sé que dirá
ese pobre sordo
solo lo veo
tan preocupado
tan inmóvil y
tan apenado
por su entorno.

Y yo
le siento pena
desde esta punta
del techo
o a través del vidrio
de la ventana
o talvez
simplemente
no lo pueda ver
porque además de estar sordo
también estaré ciego...