martes, 15 de julio de 2008

gran lagarto tirado en el pantano negro de sus sueños húmedos

Mientras reptaba, resbalaba y caía,
te puedo decir que ya vi todo lo que quise ver.
ayer janis me gritaba al oído que estaba loca por mí
no quise hacerle caso,
aunque ahora no me puedo arrepentir
me sigue insinuando
y su perfume "a todo" hace olvidarme de mis pies
y andar tranquilo sobre mis rodillas inertes,
mis manos acarician la espalda de un sueño que no debo soñar,
pero me arranco los ojos
y beso así, sin más preámbulo, a la noche
y el miedo me arranca de la mejilla una mano que no agradece su suavidad.

no no no chica es verano...
cantando me cuenta que una de estas mañanas
voy a despertarme y desplegaré mis alas
y volaré hacia el cielo.
pero que mientras no llegue esa mañana
nada va a hacerme daño...
...no le creo...
todo lastima y hace que solo las nubes se sientan altas,
yo apenas me siento en un grano de arena
y ya estoy rezongando la tristeza que me atonta.
me extravío en estos pasillos
y solo puedo ver la luz de las estrellas cuando cierro los ojos.
y la luz del sol me hace odiar a las estrellas fugaces que pasaron
y hace que me dé cuenta que no soy el único
que ha llorado por tantos - no sé cuantos- años grises.
el día que el sol salió,
un dedo lo tapó para volar tranquilos en las nubes templadas
del cielo, del ácido, del vino y una cerveza caliente.

ya nada me ata,
pero tengo miedo a que el barco se hunda heroicamente saliendo del muelle
o que se pierda en altamar.
aclamo las multitudes que se jugaron al artista.
cógelo muchacha!
es libre pero no mira nunca hacia nadie
ya no volvera a sentirse de esa manera.
sus ojos no miran a otros ojos.

y el lagarto se puso su traje verde
y salió a ligar nenas
para bailar toda la noche
sin perder un segundo
pero se dió cuenta que nunca estaban allí,
ya aprendió su lección.
hoy es carne para cenar
pero el vino no es tan bueno,
no merece dicha compañía
pero no le queda otra.
aclamo las multitudes que se jugaron al artista.
cógelo muchacha!
es libre pero no mira nunca hacia nadie
ya no volvera a sentirse de esa manera.
sus ojos no miran a otros ojos.

escapa hoy mirando al sol
y un cóndor se paró en lo alto de un poste
y siguió de lejos a la pareja que huía de su destino cruel.
y sin decir nada,
los acusó con el mayordomo de la tierra,
por haber pecado en contra de sus cuerpos agraciados.

las luces titilan y ya nadie quiere hablar,
todos menos él,
que sabe que tiene muchas cosas aún para decir,
pero no sabe qué cosas son aquellas.
la angustia le mueve la tripa
y aparece una gota de lluvia en la concavidad de su regazo.
no es pena, es miseria.

2 comentarios:

Luna dijo...

uy...

Muy profundo..., esta parte, me encanto.. "mis manos acarician la espalda de un sueño que no debo soñar,
pero me arranco los ojos
y beso así, sin más preámbulo, a la noche"

pucha.....realmente...esta excelente...


sin mas palabras.... una cara, puede decirlo mejor... :0

Anónimo dijo...

En cuanto a alas y realidades,
prefiero quedarme en el pasillo,
buscando una salida,
sin riesgos a caer del cielo veraniego.

En cada pasillo encontraré una experiencia, una respuesta.
Al contrario del vuelo, en el que solo vería lo que quiero ver, un cielo gris.

En el pasillo, aun puedo jugar a ser un nuevo personaje.
Aun puedo volar a causa y en compañía de un mejor vino.