Escucho un leve zumbido,
esta noche somos del humo
y no puedo pensar.
Clavo la mirada en tu vida,
escucho tus rumores y tus esperanzas,
espanto tus temores sin querer ni pensarlo.
Aflojando un hilo a medida que avanzo
llegaré algún día a poder volver,
solo espero que no se rompa
ni tampoco que lo cortes,
es un fino hilo de plata
¡ten cuidado!
Estamos cubiertos del mismo polvo
vos y yo...
yo y vos...
Esperame atrás de la puerta,
y no abras la ventana,
que la muerte saltará para adentro
y esto aún no empieza.
Sombra a sombra a la luz del farol.
Abrazos y brazos que aún no se entienden,
se enredan en un solo cuerpo,
en un solo deseo espantoso y fatal.
La noche ya es vieja,
duró muchos días, semanas,
muchos años y siglos.
Ya somos jovenes ya somos viejos.
el tiempo recorrido está presente
en las palmas de nuestras manos,
es ese el único lugar donde nos pueden leer la vida.
Sombra a sombra...
hay un solo farol,
y su llama se está apagando.
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