cruel mirada centrifugadora de sentimientos que mira al corazón, directo al corazón y mata sin flechas ni balas solo mata. horas de dolor que sufre el agonizante. ese que mañana será un cadáver hoy llora por ella, por ella y su mirada. sangre derramada en nombre de un amor, sangre que debe ser bebida en una copa de vino, sangre que en realidad es el licor para un desamor.
lugares insípidos de recuerdos, esquinas forzosamente olvidadas, calles que ya no son recorridas en la mente del amor.
un abrazo compartido en una despedida sin formalidades, una simple despedida y una mirada al cielo aberrante y sobrecogedor.
cruel mirada pavorosa y fija... que hoy atraviesa a un señor vestido de verde, lo atraviesa como si fuera una bala y lo hace tambalearse entre la vida y el amor...
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