Es por fin
el día,
la noche y la mañana
en este momento
gracioso y fulminante
y lleno de menta
fervor del trajín
temor a la sorpresa
una noche para siempre
tan lleno
lo uno con lo otro
síntesis en un par de cuerpos
un par de átomos que se empiezan a fundir en uno.
Quisiquilloso ante los sentidos
un cuerpo se equivoca
el otro le corrige el rumbo
Fundíamos un cuerpo con el otro
y el gozo se hacía bilateral.
Invocando a una diosa
se llaman a las caricias.
Aquél solo pedía un poco
y le dieron todo.
Fugaz el tiempo
sigue recorriendo su extensión
no hay nada que fingir
¡es así!
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