al fin y al cabo dejamos de mirarnos
(ya nos conocemos de memoria)
mi cuerpo deja de ser tan tuyo
el tuyo se eleva sobre el mar
las noches de vagos
la vida del artista
el perfume de una diosa
el alcohol estrepitoso
el desierto y su arena
millones y millones de risas
tan blancas o tan negras
grises entre las rosas
amapolas de un sueño extraño
influencia de la luna
del sol
las estrellas
o el cactus enamorado
rompes la barrera
y quiero atravesar la pared
llegar al otro lado
...atravesar(te)
fugazmente te fugas de mi
tangencial
insuperable
inexorable
escucho y solo queda el murmullo
la voz de un lobo
los jinetes de la tormenta
el más allá
el más acá
la serpiente... monta la serpiente
camina y sonríe
1 comentario:
Este me gusta más. Es armónico, como musiquita...dicen que así debe ser la poesía y creo que tienen razón.
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