domingo, 29 de marzo de 2009

el perfecto homicidio (1º parte)

"tengo que aprender a fingir mas y a no mostrar lo que siento.
tengo que aprender a fingir mas y a pilotear lo que pienso."

Después de caer de cabeza al piso
una estrella le giñó el ojo,
le estiró la mano
y lo ayudó a levantarse.
Al parecer muy gentil,
pero engañaba sutilmente.

Varias noches después
el desgraciado caía de nuevo,
desnudado de piel
y sin voz para cantar.
El mundo seguiría girando,
y él lloró desconsoladamente.

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