"tengo que aprender a fingir mas y a no mostrar lo que siento.
tengo que aprender a fingir mas y a pilotear lo que pienso."
Después de caer de cabeza al piso
una estrella le giñó el ojo,
le estiró la mano
y lo ayudó a levantarse.
Al parecer muy gentil,
pero engañaba sutilmente.
Varias noches después
el desgraciado caía de nuevo,
desnudado de piel
y sin voz para cantar.
El mundo seguiría girando,
y él lloró desconsoladamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario